
Cómo compostar en casa paso a paso: ¡Convierte tus residuos en oro para tus plantas!
¿Alguna vez te has preguntado qué hacer con todos esos restos de verduras, cáscaras de frutas y hojas secas que se acumulan en tu cocina y jardín? ¿Te gustaría transformar esos desechos en algo útil, ecológico y beneficioso para tus plantas y el planeta? ¡Bienvenido al maravilloso mundo del compostaje doméstico!
Compostar en casa es más fácil y divertido de lo que piensas. Además, es una de las mejores formas de reducir la cantidad de basura que generamos, cuidar el medio ambiente y obtener abono natural para tus plantas, huerto o jardín. Si quieres saber cómo empezar, qué necesitas y cuáles son los secretos para hacer un compost de calidad, sigue leyendo.
¿Qué es el compostaje y por qué deberías hacerlo?
El compostaje es un proceso natural en el que los microorganismos (como bacterias y hongos), junto con lombrices y pequeños insectos, descomponen la materia orgánica (restos de comida, hojas, césped, etc.) y la transforman en un material oscuro, suelto y con olor a tierra fértil: el compost.
Este compost es un abono excelente que enriquece el suelo, mejora su estructura y ayuda a las plantas a crecer fuertes y sanas. Pero, más allá de sus beneficios para el jardín, compostar en casa tiene muchas ventajas:
- Reduces la cantidad de basura que va al vertedero.
- Disminuyes las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la materia orgánica en los vertederos produce metano, un gas muy contaminante.
- Ahorras dinero en fertilizantes y tierra para tus plantas.
- Cuidas el planeta y contribuyes a la economía circular.
¿Qué se puede compostar en casa?
Antes de lanzarte a compostar, es importante saber qué materiales puedes poner en tu compostera y cuáles es mejor evitar. La clave está en equilibrar los materiales ricos en carbono (secos, marrones) y ricos en nitrógeno (húmedos, verdes).
Materiales que SÍ puedes compostar
- Restos de frutas y verduras (cáscaras, peladuras, trozos, etc.)
- Bolsas y filtros de té y café (sin grapas ni partes plásticas)
- Cáscaras de huevo (mejor trituradas)
- Pan, arroz y pasta cocidos (en pequeñas cantidades)
- Papel y cartón sin tinta de color (servilletas, rollos, cajas de huevo, trozos pequeños)
- Hojas secas, césped cortado y ramas finas
- Pelos de animales y humanos
- Ceniza de madera (en poca cantidad)
Materiales que NO debes compostar
- Carnes, pescados y lácteos (atraen animales y huelen mal)
- Plásticos, metales, vidrios, pilas, colillas de cigarro
- Restos de aceite o alimentos muy grasos
- Excrementos de mascotas carnívoras
- Plantas enfermas o malezas con semillas
- Papel plastificado o con tintas tóxicas
Materiales verdes y marrones: la clave del éxito
Un buen compost necesita el equilibrio justo entre materiales verdes (ricos en nitrógeno) y marrones (ricos en carbono). Los verdes suelen ser húmedos y frescos, mientras que los marrones son secos y fibrosos.
- Verdes: restos de frutas y verduras, césped recién cortado, posos de café, estiércol de animales herbívoros
- Marrones: hojas secas, cartón, papel, ramas finas, aserrín
¿La proporción ideal? Aproximadamente 2 partes de marrones por 1 de verdes. Si pones muchos verdes, el compost olerá mal. Si hay demasiados marrones, el proceso será muy lento.
¿Cómo empezar a compostar en casa?
Ahora que ya sabes qué puedes compostar, vamos a poner manos a la obra. Aquí tienes una guía paso a paso para transformar tus desechos en abono:
1. Elige el tipo de compostera
Puedes comprar una compostera ya hecha o fabricarla tú mismo con materiales reciclados. Hay muchos tipos:
- Compostera de tambor: ideal para girar y mezclar los materiales fácilmente.
- Compostera estacionaria: una caja o cubo fijo, con tapa y agujeros para aireación.
- Vermicompostera: utiliza lombrices rojas californianas para acelerar el proceso.
- Pila o montón de compost: simplemente apila los materiales en un rincón del jardín.
Si tienes poco espacio, puedes hacer una compostera de balcón (en un cubo grande con tapa y agujeros) o una vermicompostera bajo el fregadero.
2. Elige el lugar adecuado
Coloca tu compostera en un lugar sombreado, protegido de la lluvia directa y con buen drenaje. Si está en el exterior, mejor sobre la tierra (no sobre cemento), para que los organismos del suelo puedan entrar y ayudar.
3. Prepara la base
Empieza con una capa de ramas finas, paja o cartón troceado en el fondo. Esto ayuda al drenaje y la circulación de aire.
4. Añade los materiales alternando verdes y marrones
Cada vez que añadas restos de cocina (verdes), cúbrelos con una capa de marrones (hojas secas, cartón, papel troceado). Esto evitará malos olores y mantendrá el equilibrio.
5. Controla la humedad
El compost debe estar húmedo como una esponja escurrida, ni seco ni encharcado. Si ves que está muy seco, añade un poco de agua o más verdes. Si está muy mojado, agrega marrones y mezcla bien.
6. Remueve y airea regularmente
Cada 1 o 2 semanas, remueve la mezcla con una pala o un palo para aportar oxígeno. Así evitarás malos olores y acelerarás el proceso.
7. Ten paciencia y observa
El compostaje es un proceso natural que puede tardar entre 2 y 6 meses, dependiendo del clima, los materiales y el tamaño de los trozos. Sabrás que tu compost está listo cuando huela a tierra fresca, sea de color oscuro y tenga una textura homogénea.
Consejos y trucos para un compost perfecto
- Tritura los materiales lo más posible antes de añadirlos. Así se descomponen más rápido.
- No añadas grandes cantidades de un solo material. Mezcla siempre para equilibrar.
- Evita olores desagradables cubriendo siempre los restos frescos con marrones secos.
- Si aparecen mosquitas o bichos, añade más hojas secas o cartón y remueve bien.
- En invierno, el proceso es más lento. Puedes cubrir la compostera con una manta vieja o plástico para mantener el calor.
- No te obsesiones con la perfección: ¡la naturaleza sabe lo que hace!
Errores comunes y cómo solucionarlos
El compost huele mal
Normalmente, un compost equilibrado no debe oler mal. Si huele a podrido, probablemente hay demasiados verdes o está muy húmedo y le falta oxígeno. Solución: añade marrones secos y remueve bien.
El compost está muy seco y no avanza
Si parece que nada se descompone, puede que falte humedad o nitrógeno. Solución: rocía un poco de agua y añade más verdes.
Salen muchos insectos o mosquitas
Es normal que haya bichitos, pero si hay demasiados, cubre los restos frescos con marrones y remueve.
El compost está lleno de lombrices
¡Felicidades! Las lombrices son excelentes aliadas para hacer compost de calidad.
¿Qué hacer con el compost terminado?
Cuando tu compost tenga un aspecto terroso, oscuro y homogéneo, y huela a bosque después de la lluvia, ¡está listo! Puedes usarlo de varias maneras:
- Abono para macetas y plantas de interior
- Mejorador del suelo del huerto o jardín
- Cubierta para césped o árboles
- Mezclado con sustrato para semilleros
Ideas extra: compostaje con niños y en espacios pequeños
Compostar puede ser una actividad divertida y educativa para toda la familia. Si tienes peques en casa, invítalos a participar: pueden ayudar a recolectar los residuos, observar los bichitos y ver cómo la naturaleza transforma los restos en tierra fértil. ¡Una excelente lección de ecología en acción!
¿Vives en un piso y no tienes jardín? No hay problema. Puedes hacer compost en un pequeño cubo, en el balcón o incluso en la cocina usando una vermicompostera. Existen kits especiales para espacios reducidos, y el resultado es igual de bueno.
Preguntas frecuentes sobre el compostaje en casa
¿Puedo compostar en invierno?
Sí, aunque el proceso es más lento porque hace frío y los microorganismos trabajan menos. Puedes proteger la compostera del frío y seguir añadiendo materiales, aunque el compost se descompondrá más rápido en primavera y verano.
¿Necesito añadir lombrices?
No es obligatorio, pero ayudan a acelerar la descomposición. Si haces vermicompostaje, necesitarás lombrices rojas californianas, que son muy voraces.
¿El compost atrae ratas o animales?
Si evitas poner carnes, lácteos y alimentos grasos, y cubres siempre los restos frescos con materiales secos, no debería haber problemas.
¡Empieza hoy mismo!
Ahora que sabes cómo compostar en casa paso a paso, ¡no tienes excusas! Empieza a separar tus residuos orgánicos, elige tu compostera y pon en marcha tu propio ciclo de la naturaleza. Tus plantas, tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán. Recuerda: cada pequeña acción cuenta y, además, ¡compostar es adictivo!
¿Te animas a intentarlo? Cuéntanos tus dudas, trucos o experiencias en los comentarios y ¡comparte este post con quien creas que necesita darle una segunda vida a sus restos orgánicos!